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La palabra ‘Imposible’ es la gasolina que usan algunos para cumplir sus sueños. Es el caso de la mallorquina Mari Carmen Soler quien padece una discapacidad visual total y se ha marcado participar en el Santander Triatlon Series de Palma de Mallorca del próximo domingo en la modalidad SuperSprint. Le ayudará a cumplir su sueño la atleta Tere Prior Morcillo, de +Q Trail, un club de reciente formación “entre cuyos valores está el hecho de abrir el deporte a personas con dificultades y que sea más inclusivo”, explica la propia corredora.

No será una locura, ni una apuesta descabellada. Se trata de un reto meditado al que puede que le haya faltado algún que otro entrenamiento en conjunto ya que Tere Prior hará de guía a Carmen. “Ella está en forma, va al gimnasio, corre y nada, pero el problema es que apenas habremos podido entrenar cómo ir en la bicicleta tándem y lo que más me preocupa son los dos giros de 180 grados que hay en el Paseo Marítimo de Palma y que me adapte al ritmo de Carmen”, explica la experimentada deportista, habitual en las competiciones en las que Elitechip participa como organizador o cronometrador.

Precisamente el primer obstáculo que tuvieron que salvar esta pareja de valientes deportistas fue la de encontrar una bicicleta tándem para poder afrontar la segunda transición. La respuesta no se hizo esperar y la empresa Nano Bicycles de alquiler de bicicletas les cedió la peculiar montura.

¿Cuál ha sido la respuesta de la sociedad ante esta aventura? “Desde un primer momento la gente ha acogido muy bien la noticia, hemos recibido muchos mensajes de apoyo y cuando compartimos la noticia de que participaríamos en el triatlón, en el Facebook de +Q Trail recibimos más de 5.000 visitas. Además, ha hecho que más gente se ofrezca como voluntarios para correr, nadar, hacer duatlones…, estamos muy emocionadas”, asegura una Tere que cuenta con experiencia en triatlones. Para Carmen será el primero, “y espero que se anime, coja confianza y no sea el último y se vaya animando con distancias mayores”. De momento, el reto del domingo pasa por 350 metros de natación, 10 kilómetros de bicicleta y 2,5 kilómetros de carrera a pie.

Tere explica que “para nadar iremos enganchadas, hace unos días nadamos 700 metros juntas y en la playa nos encontramos a una chica que en Cataluña también hace de guía y nos dio algunos consejos que nos irán muy bien. En bicicleta es lo que menos hemos entrenado y los giros será lo difícil. Para correr llevamos una cuerda en forma de ocho para ir en paralelo y lo importante será que le vaya guiando, que la avise de todos los obstáculos como imperfecciones en el suelo y esas cosas y que me adapte a su ritmo”.

La corredora confía en que este primer triatlón sirva de ejemplo para muchas otras personas a las que les gustaría saber “qué se siente cuando cruzas la meta” y para que salgan voluntarios para ayudar y personas que se animen a disputar pruebas similares.